El 49% de los bogotanos considera la calle como un lugar inseguro. El tema de la seguridad volvió a ser uno de los principales problemas de la ciudad. Cada día, los bogotanos seguimos siendo víctimas de delitos en las calles, en los establecimientos de comercio y en nuestras propias residencias.
Ni siquiera los hoteles escapan de este flagelo, el cual pone en peligro las posibilidades de consolidar a Bogotá como un destino para la inversión extranjera y por ende de generación de empleo.

La Cámara de Comercio de Bogotá publicó recientemente el informe de seguridad para el primer semestre de 2007 y la conclusión que se puede sacar de estas cifras es que los ciudadanos seguimos expuestos y vulnerables.

Entre los delitos de mayor impacto, las muertes en accidentes de tránsito, mostraron un incremento del 34 por ciento con relación al mismo período del año anterior, con 66 casos adicionales. A esta trágica cifra debemos sumar la muerte del menor Andrés Hernández, quien falleció el 6 de noviembre tras sufrir un grave accidente, siendo la ambulancia que debía socorrerlo detenida 11 minutos por la falta de coordinación en el manejo del sistema de atención de emergencias denominado 123.

El atraco sigue siendo el delito que más afecta a la ciudadanía, es así como, entre enero y junio del año en curso se reportaron ante las autoridades 5.807 hurtos a personas.

De estos hurtos, el 54 por ciento se realizaron en la vía pública y 8 por ciento en cajeros automáticos o bancos. El 74 por ciento de los bienes hurtados fueron dinero y celulares.

El robo a residencias también se incrementó, habiendo sido reportados 438 casos adicionales en el primer semestre. Mientras que los establecimientos de comercio denunciaron 2.193 robos durante el mismo período.

A partir de estas cifras, no debe sorprender que los delitos contra el patrimonio económico sigan siendo los que más afectan a los bogotanos.

Así lo demostró la encuesta de Invamer – Gallup realizada en el mes de junio, donde 35 de cada 100 bogotanos manifestó haber sido asaltado, agredido o víctima de algún delito en los últimos 12 meses.

Una de las principales causas de la inseguridad en Bogotá se atribuía a la falta de capacidad legal de las autoridades para detener y procesar a los responsables. Para hacer frente a esta problemática, el Congreso de la República ya aportó dos importantes instrumentos, con la expedición de las leyes 1142 y 1153 de 2007. La primera de estas normas entró en vigencia en el mes de junio del presente año, reforzando los procedimientos para luchar contra los delitos que generan mayor impacto sobre la ciudadanía, aumentando las penas y sancionando con mayor dureza la reincidencia.

Sin embargo al revisar las cifras vemos como el problema no es de ausencia de normas si no de falta de ejercicio de autoridad.

Pero para que no haya excusa, la segunda norma citada, entrará a regir en el mes de enero de 2008 estableciendo sanciones efectivas de arresto para las llamadas ‘pequeñas causas’ o contravenciones, conductas que en la actualidad no reciben ningún castigo, pues son excarcelables. Lo que implica que el delincuente está nuevamente en la calle poco tiempo después de su aprehensión.

Con estas dos herramientas se ha dotado a las autoridades de los instrumentos legales para que puedan ejercer sus funciones de manera eficaz, ahora lo que se requiere es que la Policía Metropolitana se haga respetar haciendo más inteligencia contra las bandas organizadas y más presencia en las calles. Señor Alcalde, la ciudad requiere que la seguridad también sea tratada sin indiferencia!

Señor Alcalde, la ciudad requiere que la seguridad también sea tratada ‘sin indiferencia’!
David Luna, representante a la Cámara por Bogotá.

DAVID LUNA
ESPECIAL PARA EL TIEMPO
Representante a la Cámara por Bogotá

 

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