El pasado 22 de mayo ocurrió una masacre en el departamento de La Guajira, donde campesinos hallaron unos costales que contenían restos humanos, en plena vía de la zona rural de Pelechúa, en Riohacha.

Los cuerpos desmembrados habían sido trasladados a Medicina Legal de Santa Marta para obtener las identidades de estas personas que fueron masacradas. Luego de las necropsias y las diligencias forenses, se informó y confirmó la autenticidad.

Las víctimas fueron identificadas como Camelo Badel Gómez, Julio Ordóñez y Jaime Monroy, los sucreños que estaban desaparecidos desde el pasado 29 de abril.

En ese entonces habían viajado desde Corozal (Sucre) hacia el departamento de Magdalena a realizar una diligencia de negocio. Sus familiares habían interpuesto una denuncia porque los celulares se encontraban apagados y su ubicación se había perdido.

Los familiares de estas víctimas mortales, al conocerse la noticia de los costales hallados en este territorio, se trasladaron hasta Medicina Legal y se pudo establecer que correspondían a estas mismas personas.

La Gobernación de La Guajira, al conocerse el macabro hallazgo, convocó a un consejo extraordinario de seguridad con las diferentes autoridades, pero no se logró llegar a una recompensa debido a que no tenían la identidad.

Sin embargo, se espera por parte de las autoridades del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) y Sijín que se pronuncien al respecto para que brinden las medidas necesarias y puedan dar con los responsables de este triple crimen.

Los cuerpos de los sucreños fueron llevados al municipio de Corozal (Sucre), donde se adelantarán las honras fúnebres.