Dentro de tres años, aproximadamente, tiempo máximo para el vencimiento de los últimos portes de armas expedidos desde diciembre pasado cuando fue suspendida su emisión por un año, nadie, a menos que sea vigilante o transporte valores, sea policía, militar o que practique un deporte que lo amerite, podrá circular por la calle con armas de fuego.
Actualmente está en manos de la Asamblea Nacional el proyecto de Ley para el Control de Armas, Municiones y Desarme, elaborado por el Ejecutivo, el cual prevé dos disposiciones transitorias que suspenden la emisión de todos los tipos de porte de armas por dos años y elimina el porte para defensa personal, el cual será renovable a su vencimiento, por un permiso de tenencia domiciliaria de arma de fuego. Es decir, que si una persona desea conservar la propiedad de un arma de fuego, sólo tendrá permiso para tenerla en su casa, no podrá portarla en la calle.
Jesús Machado, sociólogo, investigador del Centro Gumilla y miembro de la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme que elaboró el nuevo texto legal, explicó que el objetivo de esta medida es eliminar el mayor número de “instrumentos de letalidad” en manos de civiles.
Según datos de la Comisión, está comprobado que la mayoría de las armas de fuego que circulan en forma ilegal provienen del mercado legal y tienen porte.
Explicó Machado que la carencia de formación de la ciudadanía para la solución pacífica de conflictos hace que se recurra a la violencia y, si se tiene un arma a mano, cualquier reyerta de vecinos puede terminar en homicidio.
Pablo Fernández, secretario técnico de la Comisión Presidencial explicó que conforme con investigaciones realizadas por ellos, sólo 15% de los homicidios ocurren por robo. 85% restantes se producen por conflictos interpersonales y ajustes de cuenta.
“Muchas muertes son producto de daños colaterales de los enfrentamientos entre bandas (personas atrapadas en la línea de fuego). La otra figura de mucho peso es la violencia interpersonal, el marido que mató a la esposa, conflictos entre vecinos, en el tránsito”.
El representante de la Comisión Presidencial explicó que “al hacer un mapeo de las noticias (de prensa) de esa crónica social de los pobres, se encuentra que muchos de los hechos que aparecen allí están conectados con problemas de convivencia: un reclamo produjo una discusión y alguien sacó un arma”.
LAS ARMAS Y LA DERECHA
Machado afirmó que la concepción de que existan armas en manos de la población civil proviene del liberalismo que permite justificar, entre otras cosas, el comercio, tráfico y circulación de armas.
“El liberalismo básicamente entiende que somos un agregado de individuos que intenta cada uno maximizar su beneficio y que el Estado no debe meterse en las relaciones de éstos”.
Afirmó que este mismo argumento es el que usan muchos venezolanos para portar armas para defensa personal.
“No podemos aceptar el argumento de que como hay un problema de inseguridad en el país, que cada quien se provea la seguridad. Esas salidas individuales no son apropiadas”.
Aseveró que lo viable es resolver los problemas estructurales en colectivo, en sociedad.
Para Pablo Fernández la solución para el problema de la seguridad personal y la violencia “no es el plomo, no es matar”. “No podemos propiciar un instrumento de legalidad (como el porte de armas) en un contexto en que los venezolanos todavía estamos y debemos aprender a resolver los conflictos por otras vías que no sean los de la violencia”, precisó el investigador.
EXPERIENCIAS EN OTROS PAÍSES
Debate en Colombia
A principios de este año el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, propuso una ley para prohibir el porte de armas en su jurisdicción con el objetivo de “disminuir el índice de homicidios”. El Congreso decidió hacer una ley de alcance nacional pero en mayo fue aplazada su aprobación. Cifras oficiales revelaron que en 81% de los asesinatos ocurridos en 2011 se usó arma de fuego. En Colombia el porte de armas es emitido por la Policía luego de exámenes sicológicos.
España: cero armas
El artículo 149.26, de la Constitución de España declara que el Estado “tiene competencia exclusiva sobre la producción, venta, posesión y uso de armas y explosivos”. La ley española no contempla, salvo casos determinados por autoridades competentes, es decir, casos en los que una persona o entidad resulte expuesta a un grave peligro, ningún uso ni tenencia de armamento que no esté relacionado con el tiro deportivo o con el deporte de caza.
Japón: fuerte control
Las leyes sobre armas en Japón empiezan estipulando: “Nadie poseerá un arma de fuego o armas de fuego o una espada o espadas”, y se conceden muy pocas excepciones. La propiedad de armas es minúscula, al igual que los crímenes con armas. El único tipo de armamento que un ciudadano puede plantearse comprar es una escopeta para caza y tiro al plato, pero después de someterse a un largo proceso para la obtención de la licencia.
Cuba: cero portes
El decreto ley número 52 “prohíbe la tenencia de armas de fuego en el territorio nacional sin poseer la correspondiente licencia, así como portarlas, usarlas o transportarlas sin llevar consigo dicho documento”.
La norma no contempla el porte de armas para la población civil, solamente la tenencia en casos de armas de colección, bajo estrictas condiciones de seguridad. Solamente algunas autoridades y deportistas pueden obtener porte de arma de fuego.
Estados Unidos: pistolas en el supermercado
La segunda enmienda de la Constitución estadounidense establece que “siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado libre, el derecho del pueblo a poseer y portar armas no será infringido”.
Con base en este precepto, la Ley de Zonas Libres de Armas en las Escuelas, aprobada en 1990 por el Congreso de EEUU fue declarada “inconstitucional” por la Corte Suprema de este país. En junio de 2010, ese mismo tribunal “prohibió prohibir” el porte de armas a los ciudadanos a propósito de que diversas leyes estatales tenían disposiciones para controlar armas en manos de civiles.
Con respecto al fallo de 2010, la Asociación Nacional del Rifle (NRA) una de las miles de organizaciones que defiende el uso de armas, indicó que tal decisión “es una reivindicación para la mayoría que siempre creyó que la Segunda Enmienda es un derecho y una libertad individual que vale la pena defender”.
Así es que en EEUU, un joven de 18 años puede comprar un rifle o una escopeta a un comerciante con licencia federal en cualquier estado, puede enviarla por correo y portarla en forma oculta en su centro educativo en algunos estados, en otros debe dejarla en su carro frente al colegio.
En 1999 dos adolescentes entraron en la escuela secundaria de Columbine (Colorado) armados con dos escopetas, una carabina Hi-Point 995 semiautomática de calibre 9 mm, una pistola Tec 9 semiautomática de calibre 9 mm, y asesinaron a 15 personas e hirieron a 24 más. El cineasta Michael Moore se basó en este hecho para su documental Bowling for Columbine en el que reflexiona sobre el origen de la violencia en EEUU. La película muestra cómo en este país los ciudadanos viven imbuidos en el miedo a la inseguridad creada por los medios de comunicación, y la única salida que encuentran es la posesión de armas debido a que su comercialización es tan natural que cualquier persona “podría adquirirlas hasta en un supermercado”, dice Moore.

Fuente:

CiudadCCS – Venezuela

 

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